Amusco

Destaca sobremanera sobre el cielo amusqueño la imponente espadaña de la iglesia de San Pedro, más conocida por el Pajarón de Campos, pues su altiva silueta, recorta sobre el horizonte de Campos su parecido perfil a estas entrañables aves. Se ubica en la comarca de Tierra de Campos y sus entrañas guardan intensa y valiosa historia. Posee yacimientos de época de los vacceos y los romanos, pero es en la época Medieval cuando Amusco alcanza su etapa más esplendorosa, destacando su poderío económico gracias a la industria lanar y a la generada por los molinos de grano.

La localidad amusqueña se encuentra a 21 km de la capital de la provincia. La N-611 ha sido su tradicional vía de comunicación, hoy, con la alternativa de la autovía A-67. A su vez, el Canal de Castilla baña sus dorados campos, el Ramal Norte de esta gran obra de la España Ilustrada deja a su paso un bello puente junto al humedal conocido como Besana. Amusco celebra las fiestas de San Pedro los días 29 y 30 de junio, pero también dignifica a Nuestra Señora de las Fuentes el 15 de agosto. En otros tiempos, la villa fue uno de los centros judíos más importantes de la provincia de Palencia, llegando incluso a superar a la población cristiana, quienes legan para la posterioridad una sinagoga construida en el siglo XIV. Este edificio es de amplia nave con paredes de piedra y bóvedas de crucería con arcos de medio punto. Al ser un importante centro defensivo estaba fuertemente amurallada, contando con numerosos pasadizos, subterráneos y elementos defensivos de variada construcción. Tanto acontecimiento histórico ha dejado entre las calles de la localidad un interesante patrimonio de gran valor histórico y cultural, como la sinagoga antes mencionada, la iglesia de San Pedro, ejemplo claro que refleja en sus bellas trazas las diferentes épocas que ha vivido la localidad, la ermita de Nuestra Señora de la Fuentes, al norte, en las afueras del pueblo, y vestigios de lo que fuera el Hospital de los Palmeros, que hoy pervive en el Museo Arqueológico de Palencia gracias al retablo conservado.