Palacio Episcopal – Museo Diocesano
El Palacio Episcopal se emplaza en la Calle Mayor Antigua, nexo de unión de importantes monumentos de la capital: la Catedral, San Miguel, la zona monumental de San Pablo y el propio palacio. El edificio fue remodelado en el siglo XVIII por orden del obispo José Luis de Molinedo, adquiriendo su aspecto actual de estilo neoclásico con claras influencias herrerianas. En su interior alberga el Museo Diocesano, valedor de una gran colección de obras de arte procedentes de toda la geografía provincial, fue creado en 1973 con la intención de custodiar el arte que inunda el legado eclesiástico de la provincia, con joyas patrimoniales de gran valor datadas entre el siglo VII y la actualidad.
Ocupa la primera y planta baja del edificio así como los sótanos y el patio. Nada más entrar a las dependencias museísticas, nos sorprenderá un valioso artesonado mudéjar y una excepcional pila bautismal románica, heredada de Valcobero, pueblo de la Montaña Palentina. En sus salas y dependencias podemos admirar obras de los más destacados artistas, significado primordialmente en personajes de renombre como Alonso Berruguete, Alejo de Vahía, Diego de Siloé, Manuel Álvarez, Felipe Vigarny, Juan de Flandes y una gran lista de artistas de renombre a la que hay que incluir las obras catalogadas como anónimas. Portentosa es su sección de orfebrería, buena muestra del legado medieval del territorio, asimismo, tallas de gran valor patrimonial, ornamentos, calvarios, pinturas, conjuntos escultóricos, libros corales... son buena muestra del arte que podemos admirar en este interesante museo de arte sacro, que es, sin duda, uno de los mejores de España.