Iglesia de San Miguel
Presidiendo la Plaza de San Miguel, junto a la calle Mayor Antigua, se alza, sobre un antiguo templo románico que Fernando I y el obispo Miro ordenaron construir allá por el siglo XI, la iglesia de San Miguel. Es en el siglo XIII cuando el templo transforma su traza original y se convierte al más puro estilo gótico, absolutamente prodigioso. Dicho estilo deja enmarcada para la posterioridad una bella y esbelta torre campanario almenada que destaca sobre el resto del templo, además de las tres naves interiores y crucero.
Quiere la leyenda situar en este templo el casamiento del Cid con Doña Jimena, más actual es la declaración como Monumento Nacional, en el año 1931. El interior de la iglesia es austero en recursos escultóricos, pero la esbeltez de las columnas y muretes que sustentan la bóveda otorgan a la edificación gran espectacularidad, digna de admirar. Entre sus muros, alberga un Cristo del siglo XV, preside el Altar, y acoge una de las tradiciones más populares de la capital: el tradicional Bautizo del Niño, que se celebra el primer día de año. Como curiosidad, cabe reseñar que recientemente se han descubierto en el templo antiguas pinturas murales de estilo gótico.