Ruta por el Cerrato Interior
Esta ruta del Cerrato interior nos propone visitar una de las zonas menos conocidas del Cerrato, pero no por ello deja de ser altamente interesante. Iniciamos nuestro recorrido en la monumental villa de Palenzuela, donde podremos ver varios monumentos: las ruinas del Castillo medieval y, las de la iglesia de Santa Eulalia, la monumental iglesia de San Juan Bautista, el Arco de la Paz, lo que fuera el convento de San Francisco o la ermita de la patrona local dedicada a Nuestra Señora de Allende el Río y, el Museo de Palenzuela.
El museo de Palenzuela, que se aloja en la Torre del Reloj de la localidad, adosada a su ayuntamiento, este Museo alberga cantidad de “secuelas” de la ilustre historia de la villa, de su yacimiento arqueológico y, del patrimonio que atesoró con motivo de la importancia que tuvo como Alfoz y cabeza de Merindad. Una importancia que puede sentirse paseando por sus empinadas calles y, observando sus numerosos edificios en piedra de sillar, los arcos de entrada a la antigua fortaleza -por cierto, uno de ellos y principal puede observarse “embebido” en dicha Torre del Reloj, majestuoso y bien conservado. O acercándose a sus edificios religiosos, o visitando el barrio “extramuros” que fue un antiguo reducto judío -sus estrechas callecitas lo denotan- y también comprobando la cantidad de entradas trazadas con arco de medio punto, o sus frecuentes blasones, y los palacetes de arquitectura civil, algunos de ellos de estructura defensiva.
En otra ocasión, desde Palenzuela podremos realizar la Ruta de Carlos V, en la cual están incluidas Torquemada y Dueñas. Abandonamos Palenzuela, tras cruzar el río Arlanza y atravesamos la carretera nacional 622 dirección Villahán y Tabanera,
Llegamos hasta Antigüedad, donde tras visitar su iglesia de Nuestra Señora de la Asunción tomaremos el desvío a la entrada del pueblo que se dirige hacia Espinosa y Cobos, para acercarnos hasta la Ermita de Nuestra Señora de Garón.
Tras reposar en el área de descanso y recreo entorno a la Fuente Garón, tomaremos de nuevo camino esta vez dirección Cevico Navero . En nuestro camino dejaremos a un lado la Ermita de Villela antes de atravesar la paramera por la cual discurre la Cañada Real Burgalesa.
A escasos dos kilómetros de Cevico Navero nos encontramos el rehabilitado Monasterio de San Pelayo de uso privado.
Una vez en Cevico podremos ver un elegante Rollo de Justicia, restos de su muralla medieval de la que aún se conservan dos puertas y la iglesia de Nuestra Señora de la Paz, inicialmente románica del siglo XIII, pero con varias reformas posteriores.
A seis kilómetros de Cevico, en Hérmedes de Cerrato se encuentra la Ermita de la Virgen de las Eras (B.I.C.) interesante monumento del s.X con reformas del s.XVIII. Volviendo a Cevico nos encaminamos hacia Villaconancio donde contemplaremos la magnífica iglesia románica de San Julián y Santa Basilisa, que posee una bella torre y dos magníficos ábsides románicos.
Nos dirigimos a Baltanás Cabeza de la Merindad del Cerrato por nombramiento de los Reyes Católicos. A lo largo de las calles de la villa podremos ver buenas muestras de arquitectura civil de los siglos XVI y XVIII, de entre las que sobresalen la Ermita de la Virgen de Revilla elevada en un altozano y la iglesia de San Millán.
También en Baltanás visitaremos el Museo del Cerrato, ubicado en el antiguo hospital de Santo Tomás, un edificio barroco fechado en 1782. Este museo es una fuerte apuesta del Ayuntamiento de Baltanás para dotar a la extensa comarca del Cerrato Castellano, (que abarca poblaciones de las provincias de Palencia, Valladolid y Burgos), de un Centro de Interpretación donde quede representada la singular personalidad e idiosincrasia de un territorio poco conocido, en el cual existen una gran variedad de modelos de paisaje, historia, patrimonio y formas de vida.
Visita obligada en Baltanás es el Barrio de bodegas, declarado Bien de Interés Cultural junto con las de la localidad de Torquemada. Declaradas con la categoría de Conjunto Etnológico, por su configuración urbana y, su interés paisajístico vinculado a una práctica agrícola, de gran arraigo en la zona desde hace siglos. Estas bodegas forman parte del patrimonio etnográfico de Castilla y León asociado a la producción del vino. Un conjunto de casi 400 bodegas en Baltanás, impresionantes construcciones en buen estado de conservación, situadas en la parte superior del pueblo, en un barrio llamado "El Castillo". Un lugar para perderse entre calles, humeros y, desde donde se pueden contemplar alguna de las mejores vistas de Baltanás y del valle.
Una vista opcional es el paseo por el espacio de la Dehesa de Tablada, en las cercanías de Villaviudas y el antiguo Puente del Pisuerga en Reinoso de Cerrato, en los que invertiremos unos 30 km. entre ida y vuelta.
Cercano a Baltanás se encuentra Hornillos de Cerrato. Donde podremos ver los restos de la otrora poderosa fortaleza Castillo de los Enríquez, la iglesia de San Miguel o la ermita de Nuestra Señora de Belvis. Tras ver las yeseras de la parte alta del cerro, tomaremos dirección Torquemada, pero antes de cruzar las vías de ferrocarril, por un desvío nos dirigimos hacia Valdecañas de Cerrato. Antes de entrar en la localidad de nuevo volveremos a ver la Cañada Real Burgalesa y un curioso chozo de pastor. Ya en Valdecañas veremos una casa con cordón franciscano en su fachada y la iglesia de San Nicolás de Bari. Desde esta población volveremos hacia Tabanera. Villlahán para terminar este largo y rico recorrido en donde lo iniciamos, en Palenzuela.
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