Iglesia de San Quirico

La iglesia de San Quirico se erige en el siglo XVIII sobre los restos de una antigua iglesia románica, de la cual solo se conservan la portada de acceso y la espadaña. Siguiendo la tradición románica, la puerta está formada por arcos de medio punto con tres arquivoltas decoradas con acantos, hojas de siete pétalos, y palmetas. Los capiteles están tallados de forma tosca en bajo relieve. En el lado izquierdo se decoran con motivos vegetales, un monstruo o grifo que lucha contra un león, y el famoso avaro con la bolsa colgada del cuello al que muerden la cabeza dos grifos. En el friso de entrada se refleja la escena de las Tres Marías frente al sepulcro de Cristo vacío. En el lado derecho sobresalen dos centauros enfrentados que se encuentran batallando, uno porta una especie de arco mientras que el otro porta espada y escudo.

El interior se encuentra cubierto por bóvedas de crucería y en el centro del crucero se eleva una cúpula. A lo largo de sus muros se disponen diversos retablos de época renacentista y barroca. En la cabecera se sitúa el retablo mayor, de época renacentista. Éste está dividido en calles, albergando la central a los dos patrones de la localidad (San Quirico y Santa Leocadia). Pero quizás lo más llamativo del interior se halla dentro de la sacristía, se trata de un tríptico del siglo XVI  proveniente de la Escuela de Amberes. En él se pueden observar escenas del Camino del Calvario, un Calvario con donante y la Resurrección; en las portezuelas, en su reverso, grisallas con San Francisco y San Juan Bautista.