Senda del Bosque Fósil
La senda del Bosque Fósil de Verdeña es una pared rocosa donde han quedado impresos troncos de árboles de hace 300 millones de años.
La ruta parte del aparcamiento situado a la entrada de la localidad de Verdeña. Una vez cruzada la plaza del pueblo encontraremos a mano izquierda el camino que inicia la senda. Caminados unos minutos el sendero se introduce en un denso robledal donde la pendiente se hace algo más pronunciada. Hay aquí un mirador: el mirador de Peña Celada. No tardaremos en sobrepasar la zona arbolada y en llegar al final de la ruta. El Bosque Fósil cuenta con su propio mirador y paneles interpretativos para hacer más comprensible al visitante la interpretación geológica del lugar.
Si seguimos caminando unos metros más y dejamos atrás el bosque fósil llegaremos rápidamente al mirador de La Pernía que nos ofrece una bella panorámica de toda la comarca. Desde aquí podemos emprender el regreso por el mismo sitio o tomar el recorrido circular.
- Flora
Más que la flora actual, el espacio aparece marcado por la importancia de los bosques de Sigillaria y Cordaites que existían por estas latitudes.
- Sigillaria es un género de pteridófitos (comúnmente helechos) que alcanzaban hasta 30 metros de altura, pero no poseían auténtica madera porque el tronco era herbáceo. Fueron muy abundantes durante el Carbonífero en toda Europa.
- Cordaites es un género de gimnospermas de unos 20-30 metros de altura, con el tronco muy ramificado en su parte superior y con cierta afinidad por terrenos pantanosos.
Al parecer, una impresionante entrada de agua de mar fue la culpable de que los troncos de estos árboles cayeran y se quedaran las marcas de sus troncos en el primitivo suelo existente.
En cuanto a la flora actual, el mayor atractivo quizá sea el robledal que cruza la ruta, ya que cuenta con ejemplares de gran envergadura.
Entre las herbáceas que cubren los prados será posible ver narcisos (Narcissus sp.), orquídeas, primaveras (Primula vulgaris), acónito (Aconitum napellus), etc.
- Fauna
El robledal es el principal foco de atracción faunística de la zona, ya que da cobijo a grandes mamíferos como el oso pardo (Ursus arctos), el ciervo (Cervus elaphus), el corzo (Capreolus capreolus) o el jabalí (Sus scrofa); rapaces como el busardo ratonero (Buteo buteo) o el azor (Accipiter gentilis); y algunos anfibios y reptiles, como la salamandra (Salamandra salamandra) o la lagartija serrana (Iberolacerta montícola).
El bosque fósil es sin duda el principal atractivo de la ruta. Se complementa con tres miradores, el mirador del Bosque Fósil, el de La Pernía y el de Peña Celada
La ruta está balizada en todo su recorrido.