Capiteles Iglesia de Santa Eufemia

Boedo - Ojeda

La comarca del Boedo-Ojeda, junto con la Vega-Valdavia, conforma el eje central de la provincia de Palencia, sirviendo de nexo de unión entre la planicie de Tierra de Campos y las áreas agrestes de la Montaña Palentina. Este vasto territorio, enriquecido por valles y lomas cubiertos de bosques de robles y pinares, es irrigado por múltiples cuencas fluviales que descienden desde las montañas cercanas, labrando el paisaje. Este entorno natural, de fauna feraz, acoge especies como la nutria, la avutarda y el lobo. Es un destino idóneo para actividades al aire libre como la caza y la pesca. También es buena opción, realizar rutas de senderismo (a pie, bicicleta o caballo), recolectar setas y disfrutar de una gastronomía sabrosa y cuidada.

Su riqueza monumental es excepcional, sobresaliendo la más importante concentración de monumentos románicos de Europa, un patrimonio declarado Bien de Interés Cultural y Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, enmarcado en el románico de transición. Estos edificios religiosos no solo son arte, sino que fueron la cuna del saber, la lengua, la cultura y la historia castellana. El Románico de la Ojeda alberga joyas imprescindibles diseminadas por el territorio, como el Monasterio de San Andrés del Arroyo, ubicado en un valle encantador y apartado; la Iglesia de Santa Eufemia de Cozuelos en Olmos de Ojeda; la Iglesia de la Asunción y la Ermita de San Pelayo (una de las más antiguas) en Perazancas. Otras maravillas para admirar se encuentran en Quintanatello de Ojeda, Amayuelas, Pisón y Vega del Bur, así como la humilde localidad de Moarves de Ojeda, que custodia la obra maestra de San Juan Bautista, cuya portada impresiona por su conjunto escultórico central del Pantocrátor y su misteriosa simbología. Asimismo, destacan las bellas portadas y detalles (ventanales, capiteles) de Sotillo, Páramo de Boedo, Revilla de Collazos y Collazos de Boedo.

En la zona sur de la comarca se sitúa Herrera de Pisuerga, un enclave privilegiado por ser cabecera, nudo ferroviario y balcón natural sobre el río Pisuerga. Este núcleo, que conserva su trazado medieval, es cruzado por el Canal de Castilla, otro corredor ecológico de alto valor. Esta singular obra de ingeniería hidráulica, construida a lo largo de un siglo (1753-1849) y declarada Bien de Interés Cultural, es de visita obligada. Además, se sugiere el Centro de Interpretación y un paseo por el Canal para descubrir puentes, acueductos y sus famosas esclusas, recuperadas para la navegación, en localidades como Herrera y Alar del Rey. Muy cerca de allí, se halla el yacimiento arqueológico del campamento romano de Pisoraca.

En esencia, el Boedo-Ojeda es un destino que conjuga a la perfección su valioso patrimonio cultural e histórico con una naturaleza rica, invitando a ser descubierto.