Iglesia de San Pedro Apóstol

La iglesia de San Pedro Apóstol se emplaza al sur del núcleo poblacional, en la Plaza de la Iglesia. Su fábrica inicial se remonta al siglo XIII, de la que conserva la portada de arcos apuntados heredada de su antecesora iglesia gótica, de fina cantería y labra, en la que se puede apreciar restos de pintura. La antecede un pórtico del siglo XVI, el atrio ofrecía el derecho de asilo para desahogo de los refugiados. El templo se reestructura por completo entre mediados del siglo XVI y parte del siglo XVII, ampliando su capacidad. El templo se configura en tres naves, separadas por pilares que sirven de arranque a los arcos de medio punto. La nave central se cubre con bóveda de arista y las naves laterales con bóvedas de cañón con lunetos, de la misma forma que la capilla mayor. El crucero está cubierto por una cúpula rebajada. .

El interior del templo es una auténtica explosión de recursos patrimoniales de gran calado cultural y patrimonial. Dos retablos de estilo barroco y uno renacentista se asientan en el lado del Evangelio. Este último data de mediados del siglo XVI, luce un crucifijo de la misma época y una escultura de San Pedro y San Pablo. Los retablos de estilo barroco son del segundo tercio del siglo XVII, contienen esculturas de la Virgen con el Niño, fechadas en siglo XVI, de la Inmaculada y San Miguel y de Santiago Apóstol y Santo Domingo, uno presidido por la Virgen del Rosario, del siglo XVI. La nave de la Epístola nos deja otros dos retablos, uno de 1778 de estilo rococó, en cuyo relieve central aparecen las Ánimas y el Ángel de la Guarda, lo encontramos junto al sepulcro del obispo Antonio de Piña y sus padres. El retablo mayor es barroco, del siglo XVII, y está decorado con varias pinturas y esculturas de la Magdalena, San Pedro en cátedra, San Antonio y el Calvario. A ambos lados del presbiterio aparecen dos cenotafios, uno con las estatuas de Antonio de Piña y Hermosa y María de Piña y otro con su hijo Antonio de Piñahermosa, obispo de Salamanca, Málaga y Jaén. De la nave central nace un bonito púlpito renacentista con talla plateresca. En el Coro se ubica el tradicional órgano, en este caso del siglo XVIII. Una escultura de Cristo en la cruz, gótica del siglo XIV, adorna la sacristía.