Eremitorio Rupestre de San Vicente
El eremitorio de San Vicente se enmarca en el conjunto de construcciones eremíticas de la Montaña Palentina y en el sur de Cantabria, que tuvieron su apogeo en los primeros siglos de la Edad Media. Se encuentra ubicado en el camino que conduce a la localidad de Vado, cerca de la confluencia de los ríos Pisuerga y Rivera.
El eremitorio se encuentra excavado en una pequeña peña de roca arenisca situada entre los pueblos de Cervera de Pisuerga y Vado. Se encuentra orientado al sur. Compuesto por una gran sala rectangular con varias entradas y toscos vanos, a la que se suma una capilla excavada al este, diferenciada del resto por un escalón, que pudo haber estado cerrado mediante un ábside de mampostería. El perfil de la cabecera es plano. En los laterales se excavaron sendos arcosolios a modo de pequeñas naves laterales, con función de tumbas excavadas en la roca. En el lado sur, se excavó para abrir un nuevo acceso al interior y para aumentar la luminosidad. Al fondo del eremitorio, en el lado norte, hay una cavidad de menor altura, una pequeña sala añadida cuya función se ha atribuido a una sacristía, aunque también pudo ser una celdilla a modo de habitación del eremita.
La ermita está rodeada de una necrópolis datada entre los siglos VIII y IX, que cuenta con una veintena de tumbas de tipo antropomorfo excavadas en la roca y orientadas con la cabeza a poniente y los pies al este. Actualmente pueden verse una decena de estas tumbas. Ambos elementos, ermita y necrópolis, pudieron formar parte de un pequeño complejo monástico que contaría con otros edificios ya inexistentes. Desaparecida esta comunidad monacal, San Vicente pervivió como ermita hasta mediados del siglo XIX, cuando fue abandonada definitivamente.
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Eremitorio Rupestre de San Vicente
Paseo de Vado, 7034840