Támara de Campos

Támara de Campos se sitúa al este de la provincia palentina, en plena comarca de Tierra de Campos, en el corazón de la "Ruta de las Iglesias Catedrales". Se encuentra entre las localidades de Piña de Campos y Santoyo, con las que se comunica a oeste y este por las carreteras PP-4301 y PP-4302, respectivamente. 28 km la separan de la capital a través de la autovía A-67 hasta Piña de Campos, para seguir por la mencionada PP-4301 hasta alcanzar esta histórica localidad de Tierra de Campos de Palencia. Kilómetros antes de arribar en esta increíble localidad terracampina, la enorme torre campanario de su monumento más destacado brilla en el horizonte sobre los tejados de su noble caserío, la majestuosa torre herreriana de la iglesia de San Hipólito el Real.

Támara de Campos es portentosa en patrimonio. Aquí nació el poeta Sinesio Delgado, fundador de la SGAE. Los tamarones celebran sus fiestas el 3 de mayo en conmemoración de la Fiesta de la Cruz, dedican un día festivo en honor al titular de su templo, San Hipólito, el 14 de agosto. Es preciso destacar que en otros tiempos Támara tuvo amurallamiento, así lo atestigua algunos antiguos lienzos conservados y una de sus puertas conocida como “el Portillo del Caño”, nombre heredado por la cercanía a una fuente. Asimismo, contó con castillo, perteneciendo Támara a la orden de San Juan de Jerusalén. Según algunos estudios, el topónimo Támara deriva de “tamo”, paja menuda al beldar, y Tamarón sería el diminutivo de Tama. En el año 968, se cita un lugar que se denominaba Castro – Támara. Pero cabe reseñar que si por algún momento histórico Támara destaca... es por la Batalla de Tamarón, acontecida en 1073, cuando Fernando I de Castilla derrota a Bermudo III de León, procediendo a la unión de los Reinos de Castilla y León. En 1127, Támara vuelve a marcar un hito en la historia con las Paces de Támara entre el rey Alfonso VII de Castilla y León y el rey Alfonso I de Aragón.

Un paseo por las calles de Támara nos trasladará al Medievo más profundo. Sus plazas y calles nos sorprenden por sus insignes blasones. Callejeando por la localidad encontramos la iglesia de San Miguel, del siglo XIII, templo románico del monasterio Benedictino que la villa dispuso, eran otros tiempos. La entrada actual, por el amurallamiento del siglo XI, dejará una grata impresión al visitante, aunque nuestra vista en todo momento se perderá buscando la imponente iglesia de San Hipólito, obra de transición gótico-renacentista cuya torre de estilo Herreriano alberga el escudo de los Reyes Católicos. A su amparo se emplaza la iglesia-castillo de los Caballeros Hospitalarios de la Orden de San Juan de Jerusalén, en el siglo XII fue hospital de peregrinos. Hoy… y antaño, es mirador privilegiado para divisar el camino peregrino. En la actualidad, ubica las dependencias consistoriales. Merece una visita la ermita de la Virgen de Rombrada, a las afueras de la localidad, posiblemente una de las edificaciones más antiguas del municipio. La Glorieta, círculo de piedra rodeado de olmos centenarios donde se llevaban a cabo las reuniones del Concejo, sugiere un mágico y ancestro lugar de druidas. Casas y palacios conservan escudos heráldicos tallados sobre sus fachadas. Támara nos ofrece lugares para comer y descansar, San Hipólito y la Casa de Jesús el Zapatero son buena muestra en este aspecto. Támara de Campos, un lugar para visitar y no olvidar.