Santiago del Val

Santiago del Val se localiza en un pequeño valle entre Támara (5 km) y Santoyo (2 km) y a 35 km de Palencia. En la actualidad cuenta con una ruta natural, llamada Senda Cachiviche, que une varias zonas de plantación de árboles entre Santiago del Val y Santoyo, con sendos miradores en las zonas altas que permiten disfrutar de una hermosa panorámica del entorno de Tierra de Campos.

Aunque es pequeño cuenta con una gran historia detrás. Así, fue sede de benedictinos y trapenses. En sus tierras se emplazó el Convento de Santa María de Gracia en el despoblado de Villasilos. Éste fue donado a María de Lezama, nodriza de Santiago el Deseado, por parte de Alfonso VII y su mujer, y a su vez dado por ella a Santiago del Val. No obstante, no es hasta el siglo XV, cuando se funda el convento bajo la orden de los Franciscanos (antes benedictinos). A partir de este momento gozó del apoyo de la familia Rojas, natural de Boadilla del Camino, e incluso llegó a convertirse en el panteón desde el entierro de Don Antonio de Rojas, personaje muy influyente de la época, cuyo sepulcro realizada por Diego de Siloé solo conserva su estatua orante, hoy en Dehesa de Espinosilla. Por último, se unió a Santoyo en 1530 para huir como el primero, de la jurisdicción del Conde Castrojeriz. De ello queda constancia en el Primer Libro de Bautismo de Santoyo, ya que el Bachiller Cabrero tuvo a bien dejarlo reflejado.

El pueblo cuenta con ejemplos de arquitectura popular en los palomares de las eras cercanas, un bello caño, una fuente llamada de “Santa María” y una Iglesia dedicada a Santiago, patrón de la localidad. Sin embargo, la fiesta no se celebra en su honor por motivos del campo, sino que se hace en un fin de semana cercano al 9 de mayo, San Gregorio.