Iglesia de San Juan Bautista

La Iglesia de San Juan Bautista se sitúa en una ladera con un exquisito paisaje que la envuelve de belleza y majestuosidad. Aunque ha pasado por muchas modificaciones y una profunda restauración, aun así conserva varios elementos de época románica fechados en el siglo XIII.

Al exterior, la cabecera, elemento románico, es mas baja respecto al resto del conjunto, y a los pies una espadaña que, aunque moderna, sigue el canon original del edificio. La portada situada en el lado oeste de la nave esta resguardada de las inclemencias por un pórtico de construcción posterior. Consta de arco de medio punto con dos arquivoltas, y guardapolvo sin decoración. Hoy día muestra pinturas posteriores.  Por último, jalonando el perímetro de la cornisa varios modillones, lisos y con decoración geométrica, y uno figurado en el que se distingue una tosca ave.

Al interior, está recubierto por pinturas modernas que dejan entrever restos anteriores en tonos ocres simulando un despiece de sillares. Destaca, además, el coro con pinturas, sobre lo demás la pila bautismal cuya copa se encuentra repleta de diferentes escenas. Así, una de ellas representa una lucha de dos caballeros contra un dragón, símil de la lucha contra el Bien y el Mal siendo la victoria posible del primero a través del sacramento del bautizo; otra de tres personajes con objetos en sus manos bajo arquillos que tal vez estén realizando algún ritual; y una lucha entre dos leones alados. Completándola, motivos vegetales en su zona superior. Esta pila recuerda a otras de la provincia como son la de Cantoral de la Peña o Rebanal de las Llantas.