Iglesia Nuestra Señora de la Asunción

En el corazón de la localidad de Boadilla del Camino encontramos la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción. Un edificio declarado Monumento Histórico Artístico el 17 de diciembre de 1981. Junto al templo, en su lado absidal, se entroniza el popular Rollo de Justicia, ambos monumentos se emparejan para ofrecer al visitante una imagen histórica de esta emblemática localidad jacobea. El templo inicia su fábrica en el siglo XVI, aunque como es habitual en este sentido, lo hace sobre un templo románico anterior que ha dejado su huella en la actual edificación. Las obras de construcción del templo se dilatan cuanto menos hasta el siglo XVII, aunque se advierten reformas importantes sobre el 1770. En origen, el templo se configura en tres naves rematando con ábside gótico en la cabecera, aun así deja entrever tintes renacentistas que otorgan al templo un aspecto especial. La torre que da cobijo al campanario despunta hacia el cielo sobre tres cuerpos. Se completa con coro y baptisterio, donde espera a los neonatos una pila gótica, que mira sin desdén sus inicios románicos. En la nave de la Epístola se ubica la sacristía, con una bellísima cajonería en el interior de la dependencia mencionada.

En el interior, en el lado de la Epístola, admiramos un excelente retablo neoclásico del siglo XVIII. Un relieve de la Virgen, entregando un rosario a Santo Domingo de Guzmán, destaca sobremanera. En el presbiterio hay un interesante retablo de 1548 de un renombrado trío de artistas: Pedro de Flandes, Mateo Lancrín y Juan de Cambray, se conforma de predela, tres cuerpos y ático. La predela muestra relieves  de la Piedad y la Epifanía, imágenes de la Magdalena y un santo obispo. Pinturas de los desposorios de la Virgen y la Natividad e imágenes de San Juan Bautista y San Antonio Abad en el segundo cuerpo; y, en el tercero, un Nacimiento de la Virgen y adoración de los pastores con imágenes de San Gregorio, la Asunción y San Jerónimo. En el ático, veremos un alto relieve de la coronación de la Virgen, profetas y ángeles pintados, postergado ante el frontón, en el que encontraremos el Padre Eterno bendiciendo. Al gran pintor Juan de Villoldo se le atribuyen las pinturas del retablo renacentista que se ubica en la  nave del Evangelio. Además, ostenta unas excelentes tallas de Jesús atado a la columna, el Gólgota, la Piedad y el Padre Eterno.